agentes

El proyecto ha sido el canal de un proceso colectivo a través del cual se ha podido tramar una comunidad de cuidados más-que-humana, que tiene continuidad a día de hoy.

En el proceso, hemos contado con otros colectivos de Madrid que, igual que nosotrxs, buscaban tomar conciencia de la interdependencia entre todas las especies que convivimos en un mismo ecosistema.

Las personas del colectivo agroecológico Kybele nos enseñaron el huerto permacultural donde llevan a cabo su trabajo y nos hablaron sobre la asociación de especies y los ecosistemas productivos del huerto. Nos introdujeron el concepto de islas de biodiversidad, que ha sido clave para el desarrollo de nuestro proyecto.

También contamos con el colectivo Brinzal, que nos ayudó a entender la importancia de la presencia de polinizadores en el medio urbano como parte de una red ecosistémica.

Además el proyecto se ha vinculado con una serie de investigaciones en curso que comparten esta aproximación más-que-humana (Trabajo Fin de Máster, y tesis doctoral) que se desarrollan de manera simultánea. De esta forma, se ha podido fusionar investigación y docencia, teoría y práctica, aprendizaje y servicio. Asimismo, se ha tenido la oportunidad de extender el proyecto más allá del ámbito universitario, mediante la colaboración con el área de educación ambiental del Ayuntamiento de Madrid, y a través de la realización de actividades y eventos en espacios públicos de la ciudad.